No todo es rol

Aunque la sexta partida quedó a medias, dos de los jugadores no podían venir a jugar (cosas de ser adultos; nada bueno sale de ello), así que los demás decidimos quedar para probar otros dos juegos: Moon y Terraforming Mars.

Para todos era la primera vez que jugábamos a estos juegos, así que no llegamos a completar ninguna partida; era más bien ver qué pinta tenían y, la verdad, es que estaban bastante bien.

Moon

Es un juego relativamente sencillo (aunque jugamos en modo colaborativo, compitiendo entre jugadores debe ser un juego bastante puñetero). La premisa es que llevamos el ordenador de la misión Apolo camino a la Luna, y debemos realizar operaciones antes de que se completen los turnos de juego. Esto aparte, la mecánica del juego consiste en obtener un número en binario a partir de otros números disponibles en la memoria del ordenador empleando operaciones en binario y operaciones con puertas lógicas. Algo más sencillo de lo que parece, pero aún así hay que saberse qué hace una puerta OR, o una XNOR, o una NAND… aunque parezca lo contrario, es muy entretenido.

Moon, realizando operaciones lógicas en binario para llevar al Apolo a la Luna

Terraforming Mars

Es bastante, bastante más complicado. Es un juego de tablero en el que hay que terraformar Marte (obvio). Se dispone de cartas que habilitan realizar misiones parciales. En estas misiones se gastan recursos, pero también se obtienen medios de producción de recursos. También se pueden colocar «losetas» sobre el planeta, parcelas en las que se realiza una acción (obtener un acuífero, fundar una ciudad, crear un bosque…) que cuestan recursos pero otorgan medios de producción de recursos. Algunas acciones varían el entorno del planeta (aumentan la temperatura o la proporción de óxígeno). Al final del juego (al que no llegamos, es demasiado complicado para empezar) se puntúan las acciones realizadas, primando más a quien más ha favorecido la terraformación del planeta.

Terraforming Mars, un juego con mucha miga

En resumen: Dos juegos muy distintos y muy interesantes. Ha estado bien probarlos y estaría bien jugarlos un poco más para aprender las reglas (sobre todo Terraforming Mars era muy complicado), aunque reconozco que a mí me sigue gustando más el rol.

Pan de los enanos… (más o menos)

Para estrenar el horno de mi nuevo antro decidí preparar un bizcocho.

La verdad es que no sé por qué no se me ha ocurrido antes: es fácil, sencillo, y queda genial. La receta la he sacado de aquí y es insultántemente fácil:

Ingredientes:

  • 3 huevos
  • 1 yogur de limón (1 medida)
  • 1 medida de aceite de oliva
  • 2 medidas de azúcar (la receta dice que blanco, yo uso moreno, que es el que tengo en casa)
  • 3 medidas de harina de trigo
  • 1 sobre de levadura química
  • 1 ralladura de medio limón
  • 1 pizca de sal
  • (Opcional: nueces o lo que sea)

Elaboración

  1. Mezclar bien los huevos y el azúcar, y batir bien evitando que queden grumos.
  2. Añadir el aceite, el yogur y la ralladura del limón, y batir bien evitando que queden grumos.
  3. Pasar la harina por un colador para que quede fina y sin grumos.
  4. Añadir la harina, la levadura y la sal, de nuevo batiendo bien para que no queden grumos.
  5. En este punto (opcional), he añadido nueces.
  6. Untar de margarina las paredes del molde y embadurnarlas de harina para que no se pegue el bizcocho.
  7. Hornear 40 minutos a 180º C.

Sobre el horneado

En mi caso he puesto el horno a precalentar a 180º C cuando iba por el punto 4 y lo he horneado 40 minutos a esa temperatura. Queda perfecto, pero cada horno es distinto, así que cada uno tendrá que hacer sus pruebas.

El truco que dan siempre es clavar un cuchillo en la masa y ver si sale limpio o si lleva materia adherida (nota: limpio del todo no va a salir, un poco de grasilla siempre va a tener, se trata de que no lleve masa pegada).

Fotos

Los ingredientes
Ya está hecha la masa (notar el color que le da el azúcar moreno) y engrasado el molde, a estas alturas ya debería estar el horno caliente
40 minutos a 180º C
El resultado (si está oscurito no es porque se me haya churruscado, es el azúcar moreno que le da ese color)
Bueno, sí… hay que fregar

Las calles de Middenheim I (WH06)

Middenheim, al oeste de las Montañas Medias

La partida

En realidad, esta partida se sale de lo que es la campaña que estoy desarrollando. Es una partida urbana totalmente prescindible dentro de este arco argumental. En la partida quinta Madame Blavatsky les puso en la pista de Griselda en Middenheim, que será quién les ponga en la pista de misteriosos templos y ciudades perdidos y de los tesoros que esconden, pero bien podría haber sido la propia Blavatsky quien cumpliera esa función. Simplemente soy el Máster y me apetecía hacer esta partida. No tengo que dar más explicaciones.

Como digo, se trata de una partida urbana. Griselda tiene la información que ellos quieren pero les pide un favor a cambio: que vayan al local de cierto prestamista a por un objeto que ha comprado (una mano de mono). Pero, cuando llegan, el prestamista ha muerto y la mano de mono que buscan ha desaparecido.

La trama les llevará a un combate en la arena en los sótanos de un sórdido local y a asaltarlo para robar un objeto robado.

¿Qué pasó?

El otro día no pudimos terminar la partida, pero de momento van bien: han seguido las pistas, Corwin, el enano gladiador, se ha batido en la arena y ha vencido, han comprobado que la mano de mono está donde se preveía y ahora les toca a ellos planificar el asalto. Tienen bastantes posibles formas de hacerlo, dejaré que sean ellos solos quienes se metan en un lío…

… pero eso será el próximo día.

Planos y guión de la partida

Como siempre, dejo el guión de la partida con todos los planos y materiales que he creado para ella.

Plano de Middenheim, una ciudad animada
«Los dientes rotos», un local de mala muerte donde hacer dinero combatiendo en la arena