TU 03, reboot

Como ya dije en la entrada anterior, hemos retomado Trauma Unit, que:

«… es un juego de temática ciberpunk ambientado en un distópico Detroit de 2066 en el que los PJs son agentes de una compañía aseguradora que deben resolver los problemas en los que surgen a los asegurados (emergencias médicas, rescates de situaciones peligrosas -p.e. tiroteos-, recuperación de objetos cubiertos por la póliza…).

La filosofía del juego no es tanto llevar campañas largas como resolver misiones cortas en poco tiempo (una partida debería abarcar tres o cuatro misiones)…»

… como ya había dicho.

La partida fue un poco tumultuosa. Por una parte era la primera partida en dos años, y tampoco es que hubiéramos jugado mucho antes, así que fue como empezar de cero y hubo que volver a aprender las mecánicas de juego.

Emergencia 04, “Pánico en el ascensor”

Esta primera emergencia era realmente sencilla: rescatar a un asegurado que se había quedado atrapado en un ascensor y cuyas constantes vitales se habían disparado. El único problema era que en el ascensor había una anciana nerviosa molestando… a la que tranquilizaron de un puñetazo.

Emergencia 05, “A la de tres corto el cable rojo”

Esta misión se les atravesó un poco.

La asegurada dio un aviso de bomba. El artefacto en cuestión estaba en el baño donde ella estaba sentada. No tuvieron problema en desactivar el explosivo, pero en el local había policías tomándose un café y no supieron evitar que vieran el explosivo y lo convirtieran en un asunto policial. Dado que la póliza tenía una cláusula de confidencialidad, el éxito fue parcial.

Emergencia 16 (adaptada), “El francotirador en el tejado”

Esta misión se les atravesó.

La misión tenía lugar en la Universidad Pública de Donaire, donde un francotirador se había hecho fuerte en la torre de administración. Además, hubo explosiones previas por bombas trampa que había colocado el francotirador… pero esto no figuraba entre la información preliminar que se les facilitaba a los jugadores, debían haber consultado con la Policía… pero no supieron hacerlo. Además, entre las instrucciones estaba no poner en peligro el material ni el personal de la empresa… y expusieron la VTOL, que recibió varios impactos de bala.

Desacuerdos

Tras la partida tuve un ligero desacuerdo con los jugadores. No estuvieron de acuerdo con como mastericé la partida. Según ellos no les di tiempo ni oportunidad de hacer las cosas, según yo fueron ellos los que se liaron discutiendo si eran galgos o podencos en un juego que, especialmente, se juega contra el tiempo.

Esto es algo que tendremos que trabajar, la forma en que me transmitan la información y en que ocurren las acciones en paralelo. También tendrán que aprender a coordinar sus acciones y, quizá, saber elegir un líder de equipo. También tendré que aprender cómo urgirles y meterles presión con el tiempo…

… pero eso será en la siguiente partida.

Escenarios y guión de la partida

Campus de la Universidad Pública de Donaire
Sección en alzado y en planta de la torre de administración

Despertando a las Sombras (WH12)

Una partida semipresencial

Esta ha sido la primera partida presencial tras la pandemia… o a medias. Ha habido dos jugadores que no se han podido sumar (uno porque vive en Asturias, el otro porque no podía acercarse), así que hemos jugado la mayoría alrededor de una mesa y los demás desde la tele.

Ha estado bien poder reunirse todos de nuevo. No nos veíamos en persona desde el fin de semana rolero, hace ya casi dos años.

Los jugadores por fin reunidos (o casi)

La partida

Se trataba de una partida sin sorpresas (o eso debería haber sido): Griselda les envía a buscar un tesoro escondido en un valle remoto y se encuentran un peligro inesperado, un dungeon y un nuevo misterio.

La partida empezaba con un viaje en el que tenían que elegir la ruta barata o la segura (eligieron la segura). La jornada antes de llegar a su destino, en mitad del sueño, algunos de los PJs soñaron con una máscara y una anciana que los llamaba a su cabaña. Al día siguiente llegaban a una aldea en la que los recibieron con campesina hostilidad y, después, se dirigieron a la cabaña, donde se encontraron con una bruja ciega (la anciana del sueño) y una niña con una mancha en la cara que la servía.

Y este es el momento en el que los jugadores me sorprendieron.

El guión era sencillo: la bruja les echa los huesos, ve que van a despertar a las Sombras, se lo calla, ordena a la niña a escondidas que avise a los del pueblo para que lleguen de noche y los maten, los PJs lo descubren y huyen por el único camino posible: al valle maldito que hay más abajo. Simple, ¿no…?

… pues no.

Más o menos hicieron eso pero, por algún extraño motivo, decidieron llevarse a la bruja y se pasaron media partida cargando con una pobre vieja gimoteante de la que no supe muy bien cómo librarme. (Al final conseguí que se muriera… y que pareciera un accidente).

La partida continuó su ritmo normal de dungeon, tesoro, liberación de una maldición, monstruo de fin de pantalla y final dramático: al volver a la aldea descubren que, en el tiempo que a ellos les ha parecido un par de noches, en la aldea han pasado muchos años; las casas están abandonadas, sus techos hundidos, y la niña que servía a la bruja es ahora una anciana que los maldice.

Lo típico.

Inspiración en el mundo real

Como nota curiosa, para el escenario me he inspirado en un lugar del mundo real: el monasterio de San Juan de la Peña, que visitamos el fin de semana rolero de 2019 y que es uno de mis lugares más favoritos.

Ciertamente es un paraje que bien merece ser un escenario digno de un mundo de fantasía.

Monasterio de San Juan de la Peña

Una partida laaarga…

No sé por qué, aunque intento que las partidas de Warhammer no se alarguen demasiado, no lo consigo, y acaban siendo partidas de varias sesiones (cuatro en el caso de esta partida).

Además, jugando on line las partidas son más torpes y, por si fuera poco, tras la pandemia la gente tiene ganas de quedar con amigos y familiares a los que hace tiempo que no ven, por lo que resulta difícil quedar.

En esta tesitura la partida ha llevado varios meses terminarla.

Pero bueno, de momento no voy a volver a masterizar Warhammer en una temporada (lo cuento en el siguiente post).

Escenarios y guión de la partida

Aldea con la casa de la bruja educadamente alejada
Valle maldito
Monasterio abandonado
Entrada al dungeon

La Mano Púrpura (WH11)

Previously

En la partida anterior los PJs habían encontrado un valle en el que se daba una forma especial de magia relacionada con los sueños que yo me había sacado de la manga y que había llamado somnomancia.

En un castillo del valle habían encontrado un Soñador y se habían llevado unos libros y un amuleto. Sin embargo, los libros eran demasiado avanzados para el alquimista del grupo, por lo que decidieron ir a Altdorf, la capital del Imperio, para consultar la biblioteca de la Universidad.

La partida

La partida consistía en que visitaban la biblioteca de la Universidad sólo para descubrir que alguien había pasado antes y se había llevado toda la información relativa a la somnomancia. Reinier, un PNJ antiguo compañero del alquimista, les informaría de que la Mano Púrpura, una organización secreta que rinde culto al Caos y a la que el mismo Reinier pertenece, y el Culto de Mórr, un culto ligado a los muertos, estaban detrás de lo que los PJs buscaban, y que ellos estaban en medio. Además, Reinier les pondría en la pista de una biblioteca secreta en el templo de Mórr, donde estaban los libros que necesitaban.

Mi intención era que intentaran acceder a la biblioteca y se llevaran los libros que necesitaban, además de información que les llevaría a nuevos peligros en la siguiente partida.

Por otra parte, tanto el Alquimista como los demás jugadores tenían un pasado en Altdorf. El alquimista se había negado a sumarse a la Mano Púrpura, lo que le supuso serios problemas a él y a su familia. El resto de los jugadores habían sido miembros de la banda de Rosenkrantz, un jefe de los bajos fondos que los envió a una misión que cumplieron con éxito, pero tras la que se embarcaron en nuevas aventuras sin informarle, lo que molestó a Rosenkrantz. Nada más entrar en Aldorf notarían estar siendo vigilados, pero sin poder averiguar quién. Mi intención era que el alquimista por un lado y el resto de los jugadores por otro pensaban que eran ellos los vigilados.

¿Qué pasó?

La partida empezó bien: notaron ser seguidos, los jugadores originales (todos menos el alquimista) se reunieron con Rosenkrantz, tras lo cual su relación con él ha terminado. No hay rencores, pero ya no pueden contar con él como contacto o ayuda en la ciudad. Por otra parte, el alquimista se ha vuelto a negar a unirse a la Mano Púrpura, lo que me proporciona un nuevo antagonista para nuevas aventuras.

También visitaron la biblioteca de la Universidad donde entraron diciendo buscar libros de botánica, lo que me ha permitido dar a una de las jugadoras un herbario con nuevas posibles plantas medicinales y venenos (aunque no sé si lo usará, había decidido evolucionar su PJ hacia habilidades más relacionadas con el combate).

Donde me sorprendieron fue en el asalto al templo de Mórr para llegar a la biblioteca: no lo hicieron. Básicamente, acudieron de frente a los monjes, les dijeron que tenían un par de libros de somnomancia… y se los vendieron. No voy a decir que hicieran mal: la somnomancia es peligrosa (el Soñador de la aventura anterior, atrapado en un magia demasiado poderosa es una advertencia); por otra parte, esos libros y esa búsqueda los ponía en el medio de la Mano Púrpura y el Culto de Mórr, dos organizaciones demasiado poderosas para estar enfrentado con ambas; y también está el dinero, claro…

Así que me fastidiaron la aventura de encontrar una biblioteca secreta a la que se accedía a través de una puerta oculta tras un espejo, al más puro estilo «El nombre de la rosa». Es frustrante currarse algo y ver que los jugadores lo dejan de lado, pero debo reconocer que, desde el punto de vista de los PJs, han hecho lo correcto.

¿Y ahora?

Pues ahora habrá que replantearse qué hacer. El arco argumental de Rosenkrantz y los bajos fondos se ha cerrado, el de los escarabajos y las criaturas insectoides se cerró en una partida anterior, el de la somnomancia lo han dejado de lado…

Pese a todo, tengo algunas ideas:

  • Han vendido a los monjes de Mórr los libros que obtuvieron en el valle del Soñador, pero no el amuleto. En justicia hay que reconocer que ni ellos ni yo nos acordamos durante la partida, de haberlo hecho lo habrían vendido igual. ¿Podrá servirme de algo? ¿Quizá pueda ser percibido por criaturas y las atraiga? ¿Quizá brille en determinadas circunstancias revelando secretos? Lo pensaré.
  • Se han encontrado con la Mano Púrpura. El alquimista había huido de ella y ahora se han reencontrado. ¿Los persegirán?
  • Uno de los personajes originales tiene un pasado como preso por contrabando en Bretonia, algo que los demás jugadores desconocen. Podría llevarlos ahí y ponerlo en peligro. ¿Quizá sea visto por un guardia y lo reconozca? ¿Se sumará la guardia (y el peligro de ser detenidos) a las dificultades de la que sea la siguiente partida.

De momento, regresan a Middenheim, donde Griselda sigue teniendo un libro con secretos que deben buscar.

Planos y guión de la partida

El templo de Mórr
Plano del templo
Biblioteca secreta que no buscaron

Vampiro (V05)

En la partida anterior nos pusimos en camino a Nueva Orleans, donde nos espera nuestra nueva vida vampírica, pero antes tuvimos que hacer una parada en Philadelphia y, al presentarnos al príncipe de la ciudad, éste nos hizo un encargo: rob… recuperar un cuadro de la mansión de un importante vampiro del clan Maklavian que estaba fuera de la ciudad.

La partida se alargó dos sesiones, aunque no era demasiado complicada: la mansión tenía un laberinto que no tuvimos problemas en resolver porque uno del grupo es Maklavian y su instinto le permitía encontrar el camino. Además del laberinto hubo algunos puzzles, pero nada que no lográramos resolver.

Lo interesante de la partida tuvo más que ver con la mecánica del grupo que con la misión en sí.

La campaña de Vampiro empezó cuando aparecimos en un contenedor en un buque del puerto de Nueva York, todos menos el personaje Maklavian. Éste tiene otro origen, vivía en las calles de Nueva York y se ha unido a nosotros, pero tiene sus propias venganzas pendientes (que los demás desconocemos).

En esta partida se ha rebelado. Él recuperó el cuadro saltándose el laberinto demostrando que no nos necesita para esa misión, pero que si nos comprometemos a contar con él y ayudarlo, él nos ayudará.

Así que hemos hecho un ritual de intercambio de sangre que nos une como grupo. Ahora todos sentimos un grado de compromiso hacia los demás miembros del grupo.

El encargo del reverendo Johnson (TU02)

Partida de chicos

Por distintos motivos esta semana nos hemos quedado sin jugadoras, así que ha sido una partida de chicos.

No deja de ser una de las ventajas de Trauma Unit: su estructura de misiones independientes, cortas y variadas con un equipo de personajes que trabaja a turnos permite solventar con facilidad la ausencia de jugadores. En este caso, al faltar la médico y la piloto, elegí misiones que no tuvieran emergencias médicas y les asigné un PNJ para suplir a la piloto.

Un trabajo por su cuenta

Además de asignarles misiones que no requerían un médico, para esta partida he creado una aventura propia, algo más elaborada que las misiones que vienen en el manual.

En concreto, un encargo extralaboral que les hace el reverendo Johnson, a quien conocieron en la sesión anterior, en la sesión anterior, atendiendo a la emergencia 06 (Con el agua al cuello). El reverendo quedó satisfecho por su discreción y les pide que vigilen a uno de sus hombres, Neil D.G. Tyson.

Siguiendo a Neil descubrirán que ha conocido a Diana Hewlett, una activista por los derechos de los negros y Neil ahora colabora con ella. Como digo, esto es algo que descubren a lo largo de la partida y de lo que acabarán informando a Johnson, que tomará la decisión que crea oportuna.

Emergencia 12: ¿Me hablas a mí?

Intercalada con esta aventura jugaron una de las aventuras que vienen en el manual. En esta ocasión tuvieron que acudir a un depósito municipal donde un agente de policía con un brote psicótico por culpa de su ciberimplante ha tomado varios rehenes.

El cliente es una farmacéutica que está investigando el caso del agente, por lo que deben capturarlo sano y salvo, a costa de los rehenes si es necesario (aunque será preferible evitar bajas entre ellos, si es posible; el Ayuntamiento de Detroit es un buen cliente y vería con malos ojos que dejaran morir a sus empleados).

No tuvieron problema en solucionar esta emergencia.

Una emergencia real

La partida acabó de forma un poco brusca; una de las jugadoras dio un mal paso y tuvo que ir a urgencias. Su pareja es uno de los jugadores, así que cuando lo llamaron tuvo que salir. Nada especialmente grave: un esguince; quince días de reposo.

Vampiro (V04)

Continuamos con Vampiro, pero antes de la partida…

Modificando el personaje

Efectivamente, he tenido que modificar mi personaje. Una de las particularidades de Vampiro es que el jugador puede añadir características y habilidades que supongan una ventaja a cambio de equilibrarlas con defectos que supongan un problema.

Uno de los defectos de mi personaje causaba problemas al máster, así como que mi personaje fuera arquitecto y rico, así que me pidió que los cambiara. No voy a negar que me ha dado un poco de rabia; estaba contento con mi personaje: un arquitecto pijo de Barcelona, casi mi némesis en la vida real… (sí, los jugadores nos encariñamos con nuestros PJs).

En todo caso, ahora soy un informático daltónico, con repulsión por el ajo (no viene de serie con ser vampiro en este juego) que sólo puede alimentarse de sangre procedente de humanos aterrados (con un alto nivel de adrenalina) y una compulsión obsesiva por el orden pero con un destino marcado.

La partida

Siguiendo con la partida anterior, nos hemos agenciado una caravana, un vehículo y un conductor humano discreto que nos ha llevado a Philadelphia, donde debemos esperar un mes hasta que John nos entregue los documentos de nuestras nuevas identidades.

En Philadelphia nos hemos presentado ante uno de los vampiros más importantes de la ciudad, que nos ha encargado que robemos un cuadro para el en casa de otro vampiro… pero eso será en la próxima sesión.

Si no hemos avanzado más es porque todavía estamos algo verdes con el juego y nos llevó casi dos horas elegir la caravana.

Fin de semana rolero (II) (V03)

Como he contado en la entrada anterior, este fin de semana hemos estado en la casa que la familia de uno de los jugadores tiene cerca de Huesca para rolear y hacer algo de turismo.

Al final apenas tuvimos tiempo para echar una partida de Vampiro.

La partida

Tras la sesión anterior habíamos quedado en presentarnos al Príncipe de la ciudad de Nueva York, según nos obliga el código de cortesía vampírico.

Sin embargo, algunos no estábamos muy convencidos. Nuestra llegada a la ciudad había sido de todo menos discreta: uno de nosotros había asesinado a un policía portuario, nuestras huellas estaban en distintos objetos que nos relacionaban con el fallecido y hasta alguno de nosotros (sí, yo) aparecía en grabaciones. Resumiendo: habíamos roto la mascarada e incumplido una de las premisas básicas del juego. En esas condiciones, aunque fuera nuestra obligación presentarnos ante el Príncipe, tampoco nos hacía mucha gracia.

Mientras discutíamos el tema apareció John, un nosferatu, un ser de aspecto horrible pero que nos ofreció un trato interesante: por el 5% de nuestras riquezas nos proporcionaría identidades y aspecto nuevos. Además, nos facilito el viaje a la ciudad que eligiéramos (que ha resultado ser Nueva Orleans). Aceptamos ; tampoco es que tuviéramos mucha alternativa.

Además, John nos ha explicado que fuimos reclutados como refuerzos para una guerra entre facciones vampíricas, y que nuestra extraña llegada a la ciudad estaba ligada a un ritual de magia negra, aunque no nos supo (o quiso) explicar más. Además, me dijo que mi sire (el vampiro que me convirtió y al que debía obediencia) ha muerto, así que soy un vampiro libre.

Así, mi personaje es ahora Louis Cyphre (sí, hay una referencia), arquitecto (conservamos nuestros títulos), con doble nacionalidad canadiense y española y con una muy cómoda posición económica.

Creo que mi personaje continuará teniendo como objetivo crear (y dirigir) un grupo junto a mis compañeros con el que poder luchar por el control de la ciudad. Y también me gustaría saber quién nos metió en esos contenedores y por qué.

Sobre la partida

La verdad es que, poco a poco, la partida va cogiendo forma. Ya no actuamos de forma caótica y casi parecemos un grupo.

Sin embargo, la aparición del nosferatu y su ofrecimiento de nuevas identidades y de trasladarnos a una nueva ciudad me hace pensar que lo que está pasando no es lo que el máster tenía pensado. Sospecho que nuestras decisiones arruinaron su plan inicial y que ha decidido empezar de cero una nueva trama. Ya lo veremos. De momento mi personaje sigue mosqueado: ¿quién y por qué nos encerró en unos ataúdes y nos llevó a Nueva York? Que alguien juegue con uno así es muy molesto.

Vampiro (V02)

Continuamos con la partida de Vampiro.

La partida

Continuamos donde la habíamos dejado el otro día: vestidos como monjes camino a Nueva York conduciendo un coche robado a un policía al que habíamos asesinado. Tras una serie de aventuras conseguimos por fin reunirnos con el último jugador y cambiarnos de ropa.

Ahora nuestra situación es delicada. Como expliqué, una de las premisas del juego es que no debemos romper la mascarada. Es decir, debemos desenvolvernos (y alimentarnos) sin dejar evidencia de la existencia de los vampiros… y nosotros llevamos ya dos cadáveres, uno de ellos de un policía, y hemos sido grabados; de hecho, aparecemos en las noticias (mal vamos).

Además, como vampiros debemos seguir unas normas de protocolo, entre las cuales está que, al llegar a una ciudad, debemos presentarnos a su príncipe vampírico, pero esto nos plantea varias dificultades. Para empezar, nos presentaremos ante él como vampiros novatos que han roto la mascarada y están siendo seguidos por los humanos. Por otra, el nuevo jugador es un mendigo amargado y resentido que odia a los nobles vampiros que dirigen la ciudad; está dispuesto a llevarnos hasta el Blue Note, un local de jazz donde se reúnen, pero parece poco dispuesto a ayudarnos mucho más allá.

Mi personaje

Bien, mi personaje (ya va siendo hora de que lo cuente) es Andreu, un reconocido arquitecto de Barcelona (en realidad no es original de ahí, pero es donde ha tenido éxito) que se encuentra en medio de un bache por un asunto turbio con la policía.

Como vampiro pertenezco al clan Ventrue, uno de los clanes que acostumbran a liderar las agrupaciones vampíricas. Entre mis debilidades se encuentra que no puedo alimentarme de cualquier tipo de sangre; en concreto, sólo puedo alimentarme de sangre de gente que este pasando necesidades. Los arquetipos que me definen son Bellaco como mi apariencia externa (me comporto como un malvado) y Arquitecto como mi verdadera naturaleza (trato de construir algo perdurable).

Mi intención como arquitecto, en principio, es tratar de lograr una alianza entre vampiros de clanes distintos: mis compañeros y yo, unidos por una necesidad común: saber qué nos ha ocurrido (supongo que mis compañeros son de otros clanes, aunque no puedo saberlo con certeza porque es una información que se supone que todos debemos ocultar).

Jugando a Trauma Unit (TU01)

Si la sesión anterior de Trauma Unit fue una primera toma de contacto que apenas se pudo llamar partida, esta segunda ya puede ser calificada de tal. Es cierto que todavía estaba más pendiente de las mecánicas del juego (p.e. la de combate), que cometí algunos errores al comparar la tirada con el criterio de éxito… pero fue todo mucho más fluido que en la anterior. En todo caso, todavía queda aprender a llevar un poco mejor el juego, así que probablemente la siguiente sesión sea también de ensayo e intentaré probar mecánicas nuevas (ninguno de ellos ha sido aún herido; habrá que hacer algo al respecto…).

Todavía sigo tirando de las misiones que trae el manual del juego. La verdad es que el manual está muy bien, con una descripción detallada del escenario, numerosos PNJs, y más de setenta misiones prediseñadas que me ahorran buena parte del trabajo de preparar las partidas. Al final acabaré diseñando mis propias misiones, supongo que más largas y un poco más enrevesadas que las que vienen en el manual, pero de momento voy a ir tirando de este material.

Las misiones

Se trataba de tres misiones en una misma zona de la ciudad en medio de una noche de perros.

Las misiones tenían un orden concreto, pero al principio de la sesión perdimos mucho tiempo poniendo al día las fichas; con esto de la cuarentena estamos jugando on-line y las fichas las llevamos con hojas de cálculo de Google, compartidas entre jugador y máster, así que todo es un poco más complicado y largo que cuando se juega en papel.

Por eso, como quería practicar la mecánica de combate, empecé por una misión que tenía pensada para el final y en la que sospechaba que se iba a liar… y no me equivoqué.

Emergencia 06: Con el agua al cuello

El cliente era el reverendo Johnson, un «hombre de Dios» que, junto con sus matones, controla el tráfico de droga y todas las actividades ilegales del barrio de Purity, habitado por afroamericanos y cercano a Higlands, a cuyas fábricas proporciona la mano de obra de menor cualificación.

La emergencia consistía en acudir con una bomba de achique para desaguar el sótano del fumadero de Las columnas, un lugar de consumo de drogas propiedad de Johnson.

Durante la emergencia tuvieron que entrar en el sótano inundado, reanimar (con éxito) a cuatro hombres de Johnson que habían quedado atrapados y ayudarle a evacuar las cajas con sus mercancías, el 50% de las cuales estaban cubiertas por la póliza.

El problema surgió cuando una de las cajas se desfondó revelando que su contenido era droga, ya que el reverendo no estaba cubierto por una cláusula de confidencialidad.

Los jugadores decidieron fingir no haber visto nada y ayudaron a Johnson a evacuar todas las cajas, más de lo que la póliza les obligaba, algo que Johnson apreció y tendrá en cuenta si vuelven a verse.

Emergencia 07: Colega, ¿dónde está mi coche?

Los jugadores debían ir a Highlands, una zona industrial con algunas industrias automovilísticas fuertes que aún no han sido deslocalizadas, pabellones vacíos, solares abandonados, talleres que reparan coches sin hacer preguntas y calles donde se realizan carreras ilegales.

La misión era atender a un cliente que ha sufrido un atraco. Él se encuentra bien, apenas unos moratones, pero tras ser atendido se marcha encargándoles la recuperación de su vehículo, cubierta por su póliza.

El vehículo se encontraba en un taller donde La Lauda, una de las PJs tenía unos conocidos. Ella quiso avisarlos yendo antes que sus compañeros, pero la actuación no resultó de mucho. Sus compañeros llegaron poco después (mosqueados porque se había ido sin dar explicaciones), no consiguió convencer a sus amigos y, sobre todo, nadie iba a poder conseguir convencer a los moteros atracadores de que devolvieran el dinero sin violencia.

La misión acabó en un baño de sangre en el que ninguno de los PJ resultó herido.

Emergencia 08: Tic tac

El cliente era el DPD, el Departamento de Policía de Detroit. En el barrio de Linwood (también cercano a Higlands a cuyas empresas proporciona mano de obra de cierta cualificación; personal con titulaciones profesionales, un nivel por encima de los habitantes de Purity) ha habido protestas por el posible cierre de las fábricas. La policía ha actuado duramente pero los protestantes han cargado y sobrepasado a la policía, que ha debido huir quedando atrás el agente Williams, un novato.

La misión consistía en recuperar el vehículo policial, así como el arma y los equipos de protección de Williams. El rescate del propio Williams sería positivamente valorado. Todo esto deberían hacerlo en un tiempo limitado, pues el DPD preparaba una nueva carga al barrio.

Hice que la llamada para esta actuación la recibieran cuando estaban todavía ayudando al reverendo Johnson. Habían acudido a la misión del reverendo sin (muchas) armas ni protecciones, ya que debía ser (y fue) una misión sencilla y sin violencia. Esta nueva misión era potencialmente peligrosa, pero era también importante que fuera rápida. Así pues, dejé a su valoración volver a por la base a por más armas y mejore protecciones o ir directos con el material del que disponían y ahorrar tiempo. Eligieron lo segundo.

No tuvieron problema en localizar el vehículo ni en repararlo, así como tampoco en localizar al propio Williams, siguiendo la señal de su citychip hasta un bar en el que había un grupo de gente armada.

Este grupo no dejó entrar a los PJs salvo a la médico, quien pudo curar a Williams y comprobar que el arma y su equipo se encontraban ahí.

Intentaron convencer al lider de las revueltas (Paul Temples, un profesos de Ciencias Políticas implicado en las reivindicaciones obreras) de que liberara a Williams, pero los dados no ayudaron. Lo que sí consiguieron fue llevarse su equipo, por lo que la acción será considerada exitosa de cara a la compañía.

Vampiro, la mascarada (V01)

Nuevo juego

De nuevo aprovechamos la cuarentena para empezar un nuevo juego de rol: Vampiro, la mascarada.

El juego tiene lugar en nuestro mundo y la premisa principal es muy simple:

La premisa principal del juego expresada de forma certera

Lo dicho: Los vampiros existen y los jugadores son vampiros.

Sobre esta premisa tan simple se construye un mundo en las sombras en el que antiguos clanes de vampiros han vigilado y controlado la historia de la humanidad desde los tiempos de Caín, el primer vampiro.

Cada clan tiene características distintas y un código de honor propio. Además, existen instituciones en las que participan los distintos clanes y una lucha oculta por el poder.

Una de las normas principales del juego es que la mascarada, la ilusión de que los vampiros no son reales, debe ser mantenida, por lo que las verdaderas características de los personajes deben ser ocultadas a los humanos a fin de no revelar el secreto de la propia existencia.

Además, existen ciertas reglas: cada PJ tiene dos arquetipos de comportamiento, uno es su verdadera esencia, que debe permanecer oculta, y otra es la que muestra al mundo. A diferencia de Warhammer, las recompensas no se otorgan por objetivos cumplidos, sino por la forma en que el jugador ha sabido interpretar a su personaje en base a esos dos arquetipos.

La primera sesión como vampiros

La primera sesión del juego consistió en la presentación de los personajes.

En realidad, la primera sesión no fue la primera. Antes de reunirnos a todos para jugar, el máster nos hizo dos partidas previas a cada uno de los jugadores por separado, en las cuales se nos dotaba de un pasado como humanos y una conversión a vampiros.

Tras estas sesiones previas, el máster nos desarraigó de nuestro entorno y nos reunió por primera vez (a todos menos a uno de los jugadores, que no podía quedar). Despertamos en un contenedor en un barco atracado en el puerto de Nueva York, donde se supone que tendrá lugar la aventura. Tras «desayunarnos» a un marinero chino, decidimos huir del barco para ir a la ciudad.

Como buena primera toma de contacto, nuestras acciones fueron chapuceras, nuestro manejo de las características de los personajes torpes, y nos llevó un par de horas de juego salir del barco, dejar atrás el vallado de la zona portuaria y robar un coche, dejando tras nosotros dos cadáveres con sospechosas mordeduras en el cuello, uno de ellos totalmente innecesario.

Pero bueno, todos los principios de juego son así, así que habrá que ver cómo resulta el juego.

En todo caso, es uno de los juegos de rol más conocidos, así que sin duda será entretenido.

Portada de «Vampiro, la mascarada»