Vampiro, la mascarada (V01)

Nuevo juego

De nuevo aprovechamos la cuarentena para empezar un nuevo juego de rol: Vampiro, la mascarada.

El juego tiene lugar en nuestro mundo y la premisa principal es muy simple:

La premisa principal del juego expresada de forma certera

Lo dicho: Los vampiros existen y los jugadores son vampiros.

Sobre esta premisa tan simple se construye un mundo en las sombras en el que antiguos clanes de vampiros han vigilado y controlado la historia de la humanidad desde los tiempos de Caín, el primer vampiro.

Cada clan tiene características distintas y un código de honor propio. Además, existen instituciones en las que participan los distintos clanes y una lucha oculta por el poder.

Una de las normas principales del juego es que la mascarada, la ilusión de que los vampiros no son reales, debe ser mantenida, por lo que las verdaderas características de los personajes deben ser ocultadas a los humanos a fin de no revelar el secreto de la propia existencia.

Además, existen ciertas reglas: cada PJ tiene dos arquetipos de comportamiento, uno es su verdadera esencia, que debe permanecer oculta, y otra es la que muestra al mundo. A diferencia de Warhammer, las recompensas no se otorgan por objetivos cumplidos, sino por la forma en que el jugador ha sabido interpretar a su personaje en base a esos dos arquetipos.

La primera sesión como vampiros

La primera sesión del juego consistió en la presentación de los personajes.

En realidad, la primera sesión no fue la primera. Antes de reunirnos a todos para jugar, el máster nos hizo dos partidas previas a cada uno de los jugadores por separado, en las cuales se nos dotaba de un pasado como humanos y una conversión a vampiros.

Tras estas sesiones previas, el máster nos desarraigó de nuestro entorno y nos reunió por primera vez (a todos menos a uno de los jugadores, que no podía quedar). Despertamos en un contenedor en un barco atracado en el puerto de Nueva York, donde se supone que tendrá lugar la aventura. Tras «desayunarnos» a un marinero chino, decidimos huir del barco para ir a la ciudad.

Como buena primera toma de contacto, nuestras acciones fueron chapuceras, nuestro manejo de las características de los personajes torpes, y nos llevó un par de horas de juego salir del barco, dejar atrás el vallado de la zona portuaria y robar un coche, dejando tras nosotros dos cadáveres con sospechosas mordeduras en el cuello, uno de ellos totalmente innecesario.

Pero bueno, todos los principios de juego son así, así que habrá que ver cómo resulta el juego.

En todo caso, es uno de los juegos de rol más conocidos, así que sin duda será entretenido.

Portada de «Vampiro, la mascarada»