Derrocando a Felmet (WH02)

Lugar de la partida, un poblacho entre Aldorf y Marienburg.

La partida:

La partida era bien sencilla. La primera partida acabó en la ciudad de Altdorf, donde Rosenkrantz (un empresario de negocios turbios) les compró las joyas obtenidas en el dungeon y les dijo que quizá podría volver a contar con ellos. Bien, ese momento había llegado: Rosenkrantz tenía problemas con un proveedor en la ciudad de Marienburg y quería que los PJs se acercaran a ver qué pasaba.

Pero el viaje no iba a ser tranquilo.

Esta segunda partida tenía lugar a medio camino, en un poblacho de mala muerte en el que se tenían que alojar debido a la lluvia.

En mitad de la noche recibirían el aviso de un PNJ, uno de los sirvientes de la posada donde se habían alojado. Les diría que la posadera había ido a avisar al duque Felmet y que pronto los soldados vendrían a por ellos. Debían huir a un bosquecillo al sur del pueblo donde el PNJ se reuniría con ellos más tarde.

De esta forma se verían metidos en una aventura en la que deberían derrocar al duque. Sencillo, ¿verdad?

¿Qué ocurrió?

Pues no, nada es tan sencillo como parece para la gente decidida.

Ante el peligro, «mis» jugadores decidieron pegar fuego a la posada y huir en mitad de la noche dejando un incendio a sus espaldas, sin avisar siquiera al PNJ para que se salvara. Campesinos corriendo con cubos en mitad de la noche, un PNJ gritando cercado por el fuego en el desván, un incendio que se extiende a los edificios cercanos, gritos, terror…

Media hora después de empezar la partida había terminado.

Por un momento valoré que los soldados los buscaran: Amanece, el incendio está extinguido, alguien observa que faltan los carros de los PJs y ata cabos, patrullas que salen en su busca…

Pero los jugadores no tenían el nivel suficiente para enfrentarse a mercenarios. Sólo uno de ellos sabía pelear (una enana gladiadora, un mal bicho), pero nada que hacer frente a media docena de soldados entrenados.

Tras la partida

Obviamente, al no lograr ninguno de los objetivos de la partida y crear una situación en la cual, siendo riguroso, deberían morir (cuando los soldados salieran en patrullas y los localizaran), no obtuvieron ningún punto de experiencia.

Tampoco me pareció correcto que su acción quedara impune. Quemar posadas y dejar a sus espaldas pueblos ardiendo no es una vía de actuación aceptable. Por eso, tras darle algunas vueltas, decidí que deberían apuntarse un punto de locura ligado al fuego para el caso de que volvieran a enfrentarse a incendios o grandes hogueras.

Esta partida también me hizo pensar que, como máster, no debo ligar el éxito de las misiones a un único objetivo. En el futuro debería intentar que haya objetivos intermedios y dar a los jugadores puntos de experiencia por objetivos parciales completados.

Planos y guión de la partida.

A continuación dejo algunos materiales y el guión en PDF de la partida (que no jugaron). El guión incluye todos los planos, plantas de los edificios y descripciones.

Mapa del pueblo (que quemaron)
Silueta del castillo (que no vieron)
Planta del castillo (que no asaltaron)